En breve se procederá a la restauración de este edificio histórico a pesar que aún no se tiene definido aún su uso futuro · En una fase posterior se procederá a mejorar su entorno con el dragado del caño.
El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha procedido a la adjudicación definitiva de los trabajos de restauración del Molino del Caño, un edificio que data del siglo XIX y que está actualmente abandonado. Los trabajos serán ejecutados por una UTE (Unión Temporal de Empresas) conformada por Acciona Infraestructuras SA y Freyssinet SA y tendrán un coste de unos 794.000 euros aproximadamente.
El Gobierno central ya ha culminado todos los trámites necesarios para la adjudicación por lo que la obra podrá comenzar en breve. El proyecto prevé la rehabilitación arquitectónica de este antiguo molino de mareas que se utilizaba para la molturación de trigo. Se demolerán algunas estructuras del inmueble y se retirarán los rellenos que se hicieron en la planta baja. Posteriormente se repondrá la solería, los forjados y las cubiertas además de reforzar los muros de este inmueble que lleva sin uso bastantes décadas. Finalmente se contempla la restauración de la maquinaria del antiguo molino.
En un principio, este proyecto contemplaba la ejecución de las labores de desbroce del entorno del molino y el dragado del caño. Sin embargo, todos estos trabajos se harán en la segunda fase de la puesta en uso de este emblemático edificio, una intervención que también promueve el Ministerio de Medio Ambiente. Esta segunda actuación prevé la extracción de más de 6.000 metros cúbicos de arena del fondo del caño para que recupere su antigua profundidad. Asimismo, en la margen derecha del caño (la situada a espaldas del edificio del desaparecido Imucona, hoy Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento) se eliminarán las especies vegetales invasoras existentes, se limpiará de escombros y basuras y se remodelará una explanada junto al antiguo matadero para que albergue un área de descanso y observación del entorno. No obstante, para este proyecto aún no hay fecha de ejecución puesto que aún no ha sido licitado. No obstante ya cuenta con un estudio de impacto ambiental positivo.
El del caño es uno de los últimos vestigios de los molinos de mareas que se construyeron en la Bahía de Cádiz entre el siglo XV y XIX. Este, comenzó a funcionar en 1819 pero fue cayendo en desuso en siguientes décadas debido a la competencia de las máquinas de vapor en la molturación del trigo. Además, el caño del Molino (también conocido como de la Madre Vieja) fue progresivamente cegándose por la falta de cuidados de ahí que quedara abandonado. El edificio contaba con ocho piedras para moler el grano que eran accionadas por la fuerza del agua que entraba y salía por los 17 arcos que hay en su planta inferior.
Según los datos aportados por la Demarcación de Costas cuando presentó el proyecto en 2008, las obras tendrán un plazo de ejecución de nueve meses. Esta actuación forma parte de un plan de "recuperación del Patrimonio Cultural Marítimo de Andalucía para abordar después con otras administraciones y de forma coordinada los usos futuros". También se prevé a medio plazo la creación de un sendero peatonal que sirva para acceder a este histórico inmueble.
El Gobierno central ya ha culminado todos los trámites necesarios para la adjudicación por lo que la obra podrá comenzar en breve. El proyecto prevé la rehabilitación arquitectónica de este antiguo molino de mareas que se utilizaba para la molturación de trigo. Se demolerán algunas estructuras del inmueble y se retirarán los rellenos que se hicieron en la planta baja. Posteriormente se repondrá la solería, los forjados y las cubiertas además de reforzar los muros de este inmueble que lleva sin uso bastantes décadas. Finalmente se contempla la restauración de la maquinaria del antiguo molino.
La Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar (organismo al que está adscrito orgánicamente la Demarcación de Costas Andalucía-Atlántico) inició la tramitación de este proyecto en 2007. Su recorrido administrativo ha sido largo ya que, entre otros motivos, esta edificación está dentro del perímetro del Parque Natural de la Bahía de Cádiz y de la Red Natura 2000, de ahí que se hayan tenido que realizar diversas consultas de carácter medioambiental. En 2008, el proyecto se expuso públicamente para la presentación de alegaciones y el año pasado se sacó a licitación. Finalmente, optaron a su ejecución una veintena de empresas y resultó la elegida el tándem formado por la filial de Acciona y Freyssinet.
En un principio, este proyecto contemplaba la ejecución de las labores de desbroce del entorno del molino y el dragado del caño. Sin embargo, todos estos trabajos se harán en la segunda fase de la puesta en uso de este emblemático edificio, una intervención que también promueve el Ministerio de Medio Ambiente. Esta segunda actuación prevé la extracción de más de 6.000 metros cúbicos de arena del fondo del caño para que recupere su antigua profundidad. Asimismo, en la margen derecha del caño (la situada a espaldas del edificio del desaparecido Imucona, hoy Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento) se eliminarán las especies vegetales invasoras existentes, se limpiará de escombros y basuras y se remodelará una explanada junto al antiguo matadero para que albergue un área de descanso y observación del entorno. No obstante, para este proyecto aún no hay fecha de ejecución puesto que aún no ha sido licitado. No obstante ya cuenta con un estudio de impacto ambiental positivo.
El del caño es uno de los últimos vestigios de los molinos de mareas que se construyeron en la Bahía de Cádiz entre el siglo XV y XIX. Este, comenzó a funcionar en 1819 pero fue cayendo en desuso en siguientes décadas debido a la competencia de las máquinas de vapor en la molturación del trigo. Además, el caño del Molino (también conocido como de la Madre Vieja) fue progresivamente cegándose por la falta de cuidados de ahí que quedara abandonado. El edificio contaba con ocho piedras para moler el grano que eran accionadas por la fuerza del agua que entraba y salía por los 17 arcos que hay en su planta inferior.
Según los datos aportados por la Demarcación de Costas cuando presentó el proyecto en 2008, las obras tendrán un plazo de ejecución de nueve meses. Esta actuación forma parte de un plan de "recuperación del Patrimonio Cultural Marítimo de Andalucía para abordar después con otras administraciones y de forma coordinada los usos futuros". También se prevé a medio plazo la creación de un sendero peatonal que sirva para acceder a este histórico inmueble.